Al cumplir 21 años, Tim recibe la noticia de su padre de que todos los hombres en la familia pueden viajar en el tiempo. Las reglas son bastante simples: te vas a un lugar oscuro, cierras los ojos, apretar los puños y pensar en el momento al que quieren regresar. Mientras su padre lo ha usado para leer todo libro posible, Tim lo piensa usar para encontrar su verdadero amor. Al mudarse a la ciudad de Londres, Tim se encuentra con su alma gemela Mary. Sin embargo, un pequeño viaje al pasado para salvar la obra de teatro de su dramaturgo amigo evitará que conozca a Mary. De ahí entonces tendrá que enamorarla de nuevo y mientras su relación avanza Tim emprenderá un viaje de aprendizaje, vida, amor y tristeza.
Estamos ante la despedida de Curtis como director. Una película divertida, lacrimógena, romántica, un todo para todos. En este caso Curtis implementa los viajes en el tiempo para crear un filme encantador, y que sirve de apoyo para dar lugar a temas más importantes, que son el amor y la familia. Aparenta ser tan solo otra comedia romántica cuando no lo es. Más que plantear una historia sobre viajes temporales quiere hablar sobre el valor que le damos al tiempo, saber aprovechar cada minuto, cada segundo. Tampoco hace falta ser aficionado a este tipo de cine para disfrutar de esta película, ni siquiera ser especialmente sentimental, pues se trata de un film con fuerza de transmisión, cargado de empatía y que sabe conectar con lo que el espectador quiere ver.
El elenco que da vida a cada uno de los personajes no podría estar elegido con más acierto. Han conseguido transmitir verdadero romanticismo sin caer en momentos forzados y antinaturales. Domhnall Gleeson, lleva perfectamente el peso constante de la historia y se ajusta perfectamente al típico chico sencillo, tímido, algo torpe y enamoradizo al que el realizador recurre tanto en sus historias. Siempre está la chica perfecta que interpreta la adorable Rachel McAdams y Bill Nighy mide muy bien su entrañable papel de padre y mentor. Estoy maravillado por como me hicieron sentir dichos personajes como son la hermana del protagonista, Kit Kat, su amigo Jay, el tío Desmond. Sus acciones 'raras' refuerzan la comedia que hay en el film.
Conforma avanza la cinta, Tim debe tomar muchas decisiones, algunas más difíciles que otras, y también tiene que hacer sacrificios, con lo que aprende que las cosas no siempre pasan cómo uno quisiera y que algunas cosas tiene que suceder necesariamente aunque no queramos. Aunque la película se centra en la relación de Tim y su amada, hay otro aspecto que también es muy importante para que se desarrolle la historia: la relación que existe entre el protagonista y su padre, quien enseña a su hijo a viajar en el tiempo y lo aconseja en otros temas. El papá de Tim es un tipo muy singular, se trata de un personaje con el que es fácil encariñarse y que siempre encuentra la forma de sacarnos una sonrisa con sus atinados comentarios y su particular forma de ver la vida.
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